POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

La palabra NOMADISMO se aplica a todo desplazamiento de gentes, sin fijar residencia en concreto, normalmente en busca de seguridad y de alimentación. La TRANSHUMANCIA puede entenderse como cierto nomadismo de pastoreo, en el que las gentes-pastores buscan zonas, en determinadas épocas del año, de mejor productividad. La ARRIERÍA – palabra que deriva del árabe «ar» o «arre» para estimular al tiro a los animales de carga- pudiera calificarse como el nomadismo del transporte.

El «trasvase comercial de mercancías» entre las diversas regiones españolas fue y es permanente en nuestro país (de las costas salían pescados frescos, salados y curados para abastecer pueblos de «tierra adentro»; de la meseta llegaban a Asturias y a Galicia trigo, cereales, legumbres, vino, aceite… Y en ese «ir y venir, en ese «compra y vende» se intercambiaban mercancías, saberes, culturas.- Se cuenta que cuando los arrieros leoneses de la Maragatería iban a Galicia con sus mercaderías llevaban en unos cuencos de madera carnes medio cocidas que, al detenerse en un pueblo, recocían en un caldero, junto con patatas enteras, y luego, sacadas de la olla y escurridas, aderezaban con sal, pimentón y aceite al modo del pulpo a feira. Era la llamada CARNE AO CALDEIRO o CARNE MARAGATA. Este plato se hizo típico en Lugo durante la celebración de San Froilán; también lo es en Allariz en la FESTA DO BOI, en la que cada vecino lleva su pieza de carne atada con un cordel para identificarla y cuece en un caldero comunitario. Y como remate el cantar: «Bo caldiño e bon pantrigo; /CARNE BOA PRA XANTAR; / ben mantido e ben portado, / ¡xa me poden marmurar!