
POR MIGUEL GALLEGO ZAPATA, CRONISTA OFICIAL DE LA VILLA DE SAN JAVIER (MURCIA)
Qué
magnífico
regalo
nos ha hecho
el Padre:
que seamos
hijos de Dios
1 Jn 3,1
A borbotones me van llegando las fotografías, realizadas por toda la familia, de los actos del bautizo de mi segunda bisnieta CARMEN LUENGO MARTÍNEZ, celebrado el 23 de febrero, cuya feliz llegada el 25 de diciembre Día de la Natividad del Señor, tanta alegría nos trajo.
A la hora en punto nos concentramos en la iglesia parroquial para un acontecimiento, tan trascendental, que no se da todos los días, en mi familia se tiene tradicionalmente un concepto muy por encima de lo normal de este sacramento, tan importante como es la entrada de uno de los nuestros, por la puerta grande, en la Santa Iglesia Católica Apostólica y Romana.
Fueron sus padrinos la hermana de su madre y su marido y Don José León León, nuestro párroco estuvo a la altura “fue una ceremonia preciosa”. “Hasta agua del río Jordán”
Nos reunimos después en una celebración familiar que fue una verdadera gozada, nos presidió la Virgen del Carmen, imagen que nos viene de nuestros antepasados y que con más de 120 años de antigüedad hemos restaurado para la ocasión.
En estos momentos en el que el regocijo nos embarga “todos los días no se bautizan bisnietas”, y la ternura nos desborda, me llega la invitación convocándome a la manifestación del día 23 de marzo, en la que más de quinientas organizaciones se reunirán en Madrid y otras capitales para proclamar públicamente “Si a la Vida y la maternidad”. ¿Será posible?