
POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
Ultramarinos y coloniales. No tenían nombre comercial, todos eran, comercio de… casa de… hasta que llegó el avance en forma de profecía de lo que sería una mediana o gran superficie: “Mantequerías Extremeñas” y “Autoservicio Serrano”. Luego “El Híper Florida, “Supermercados Gragera” y las “Hermanas López”. Luego… Nuestras madres acudían a las tiendas de la época, que entonces se denominaban: “Ultramarinos y coloniales” ¡Casi nada! ¿Cómo definir estos establecimientos? ¿Memoria de posesiones coloniales en ultramar? ¿Géneros o comestibles traídos de otra parte del mar? ¿Productos finos del Reino y Ultramar? Además, fijaos cómo su definición se complica: “Ultramarinos finos”, “Comestibles finos y chacinería”, “Coloniales al por mayor”, “Ultramarinos y paquetería”, “Coloniales y vinos”, “Coloniales y embutidos. Especialidad en jamones”, “Coloniales y paquetería”.
FUENTE: M.G.C.