
POR APULEYO SOTO, CRONISTA OFICIAL DE BRAOJOS DE LA SIERA Y LA ACEBEDA (MADRID)

Teresa Herranz, de Segovia directora “adelantada”, metió a Dios en su diario en la Navidad nevada del dos mil catorce al quince que estaba pachucha España, y le sacó como a un Niño que entre las pajas temblaba. ¡Qué instinto de periodista! ¡Qué gran noticia anunciada!
-“¡Ay, Dios! ¿Y cómo será el año que nos aguarda”, preguntó a su Santa Madre mientras que José aserraba una cruz con los cipreses del alto Líbano al alba.
Sobre el Portal de Belén, ángeles blancos cantaban como copos volanderos en la tierra y en el agua, y Herodes -¡cuántos Herodes de criminal mala facha!- pregonaban sus edictos de una universal matanza de inocentes indefensos desde Belén a Ramala, desde Damasco a Bagdad y de Madrid a La Haya.
Teresa, muy conmovida, cerró esta primera página y El Adelantado” fue el más vendido, a Dios gracias.