
POR FRANCISCO CILLÁN CILLÁN, CRONISTA OFICIAL DE PUERTO DE SANTA CRUZ Y SANTA CRUZ DE LA SIERRA (CÁCERES)
200 FRANCISCO CILLÁN CILLÁN
excepto en algún caso muy aislado, aunque puede tener atractivo turístico, no tiene sentido en la quema de estos chozos. Las tradiciones deben mantenerse puras, sin nin gún cambio que alteren el verdadero significado que tienen, si queremos que perduren.
Don Antonio Mena, maestro de Santa Cruz por los años 1950, une estos ritos an cestrales a otras tradiciones que en su época aún perduraban en la localidad.
“Y no sería aventurado afirmar que el hoy desaparecido baile de pandereta que hasta no hace muchos años se practicaba diariamente y al anochecer en la Plazuela del Fraile, donde se cantaba y se bailaba al son del pandero o pandereta que tocaban últimamente los “Espinas”, —familia ésta a la que estuvo vinculado muchos años este menester—, fuera reminiscencia de aquellos corros de danzas que giraban alrededor del fuego en honor de él y de la luna”18.
Tenemos que decir a este respecto que no estaba tan desacertado el citado Maes tro local. Esta tradición antiquísima, que Estrabón cuenta que realizaban los pueblos celtíberos formando corros para entonar cantos de alabanza a sus dioses, estuvo muy generalizada en toda la comarca trujillana en otros tiempos. El sacerdote cortesano y poeta extremeño don Francisco Gregorio de Salas, natural de Jaraicejo, lugar próximo igualmente a Trujillo, cuenta con acertados versos en su Observatorio rústico una cos tumbre semejante que perduraba en el siglo XVIII en su localidad natal y, al parecer, muy generalizada en otros lugares de la comarca.
En el sitio más llano y despejado
de la pequeña villa, la multitud sencilla
de mozas y de mozos
con inocentes simples alborozos,
suelen formar un círculo crecido,
y empiezan algún baile divertido,
al pandero que alguno está tocando,
las demás compañeras van llegando,
cubiertas de encarnadas esclavinas
y sin que allí ninguno se lo impida
bailan alegremente sin medida.
(Gregorio de Salas: 55 y ss.).
Espontaneidad que está muy lejos de que hoy se produzca, porque la sociedad ha cambiado y el ritmo de vida no lo permite. Pero sí es bueno hacer referencia a esas ancestrales y sanas costumbres, tan ligadas a lo religioso, sin que nos apartemos más del tema que nos ocupa y completemos, para finalizar, la función que desempeñaba el Cristo en Santa Cruz.
18.- Mena Ojeda, 1953: 55.
LA QUEMA DE CHOZOS EN SANTA CRUZ DE LA SIERRA EL 13 DE SEPTIEMBRE 201
ROGATIVAS AL SANTO CRISTO DEL PERDÓN
Ya apuntamos con anterioridad que la función específica que los santacruceños dieron a su Cristo fue recurrir a él en momentos de apremio, angustia o peligro social, para que con su poder sobrenatural resolviese los problemas terrenales, especialmente ante las grandes sequías, o en otras circunstancias muy especiales. Era la época de las grandes rogativas que se hacían por todo, como medio de solucionar los males que aquejaban a la sociedad. Cualquier catástrofe socioeconómica que se presentaba era motivo para que de forma general se implorara al intercesor. Se hacían rogativas, sobre todo cuando las prolongadas sequías o los fuertes temporales amenazaban con destruir la economía local, pero también para ahuyentar las plagas, las pestes…, incluso para interceder por la monarquía o por los grandes problemas de la nación. Esas muestras de suplicas y arrepentimiento colectivas iban acompañadas de novenarios, oraciones públicas, penitencias, procesiones de imágenes y acción de gracia por los beneficios ob tenidos. En Santa Cruz ante las prolongadas sequías se sacaba el Cristo hasta el prado o ejido para que viera los campos y los bendijese, acompañados de cánticos que muestran las súplicas del vecindario.
1º.- Santo Cristo del Perdón a vuestras plantas postrados os pedimos un milagro
nos concedas el consuelo de ver regar nuestros suelos ese celestial rocío.
¡Santo Cristo del Perdón, Ampara a los afligidos!
2º.- Las nubes que se presentan y se vuelven a esconder,
son tan grandes nuestras culpas que no las dejan caer,
que no las dejan caer
ese celestial rocío.
¡Santo Cristo del Perdón, …
3º.- No mires nuestros pecados que son muchos y muy grandes mirad a estos angelitos
que no se mueran de hambre que no se mueran de hambre, te quedamos condolido.
¡Santo Cristo del Perdón, …
4º.- Por falta de alimentos los niños perecerán
y el castigo sufrirán
de nuestros desaciertos. El agua nos dará pan
y acabarán los gemidos. ¡Santo Cristo del Perdón, …
5º.- Afligido el labrador que se secan los sembrados sus hijos le piden pan y él no tiene para dárselo. ¡Agua, pan y vuestra luz! Viviremos, ¡Jesús mío! ¡Santo Cristo del Perdón, …
6º.- Afligido el ganadero ve perecer su ganado, viendo secarse sus prados, clama a Dios verdadero. Con cariño placentero, pide el celestial rocío. Santo Cristo del Perdón…
202 FRANCISCO CILLÁN CILLÁN
7º.- Afligido el ganadero que se le muere el ganado, afligido el labrador
que se le seca el sembrado. ¡Agua, pan y vuestra luz! Viviremos, ¡Jesús mío! pero sin esas tres cosas moriremos, ¡Padre mío!
8º.- ¡Santo Cristo del Perdón ampara a los afligidos!. Afligido el ganadero,
afligido el labrador,
al ver secarse los campos ¡Ayuda, Divino Señor! Santo Cristo del Perdón…
9º.- Los hombres salen al campo y todos vuelven diciendo
si no nos mandas el agua
toditos pereceremos.
¡Santo Cristo del Perdón, …19
10º.- Jesucristo, el más amoroso, a la Santa Cruz consolad
y extended vuestra piedad a vuestro pueblo angustioso, pues su estado es lastimoso, que es de lo más abatidos. ¡Jesucristo del Perdón…20
Predomina la estrofa de ocho versos, pero se produce una anomalía en las estrofas 7ª y 8ª, la primera es una octavilla sin el estribillo y la segunda comienza con el estri billo, y se queda con seis versos. Los temas son similares a otras canciones realizadas en diferentes lugares para el mismo fin, aunque observamos que se refuerza la petición de agua para el campo y para el ganado. Otras especifican más el deseo mediante una metáfora muy popular sacro-profana, al usar el término “angelitos” por “niños”, como sucede en la octavilla número 3. Rodríguez Marín considera que es una costumbre muy arraigada en el pueblo. La catedrática de la UEX, María Isabel López afirma que esa peculiar figura se crea porque el pueblo está impregnado de ideas religiosas21.
Pero no siempre se conseguía lo que se pretendía y en ocasiones los rogantes caían en la desesperación, que los llevaba a entonar otras coplas más irreverentes, aunque muy generalizada en el cancionero popular español. Sin embargo, Santa Cruz dulcifica la irreverencia con los dos últimos versos que se unen al estribillo, y no duda en incor
porarla al repertorio general22.
19.- Otra versión que a veces se canta conjuntamente con la anterior dice así: Los hombres salen al campo / y al ver la sequía tan grande / si Dios no nos lo remedia / nos moriremos de hambre. / ¡Santo Cristo del Perdón…
20.- Mi agradecimiento a Manoli Ortega por su generosa colaboración al proporcionarme las coplas de rogativas de Santa Cruz de la Sierra, su localidad natal. Vid. Cillán Cillán, F., 2006: 172 y ss. 21.- Vid. Rodríguez Marín, nota 2: 511; López Martínez, 1998: 554 y Cillán Cillán, 2003: 62. Todos ellos explican ampliamente este concepto. Llama la atención que Deleitosa (Cáceres) tenga unas coplas similares, aunque el estribillo varía considerablemente. Podría este hecho estar relacionado con la presencia de los agus tinos en ambas localidades durante más de dos siglos.
22.- Son múltiples los ejemplos de canciones similares recogidas de varios pueblos extremeños. En Alía: “Virgen de la Concepción, / ¿qué quieres que te traigamos? / – Un ramo de hierbas seca / que verde no la encontramos”. En Torrequemada: “Virgen del Salor hermosa, / ¿qué quieres que te traigamos? / Un ramo de
LA QUEMA DE CHOZOS EN SANTA CRUZ DE LA SIERRA EL 13 DE SEPTIEMBRE 203
Santo Cristo del Perdón,
¿qué quieres que te traigamos?
–Un ramo de hierbas seca
que verde no la encontramos,
para ofrecértela bien.
¡Ayúdanos, Cristo mío!
Santo Cristo del Perdón
Amparo de los afligidos.
Pero si en un momento dado no se veían complacidas sus peticiones, los santacru ceños no dudaron en recurrir a Nuestra Señora de la Coronada, imagen románica que trajeron los templarios, uno de los grupos conquistadores de la ciudad y su territorio, y colocaron en la iglesia de la Coronada, situada en la finca de su mismo nombre, a unos 7 Kms de Santa Cruz, donde estos caballeros medievales tenían su templo. Zona que en el reparto del territorio de Trujillo, después de su reconquista definitiva a los sarracenos, se les asignó. Hoy dicha imagen se encuentra en la iglesia de San Martín de Trujillo, tras haber sido restaurada, en una hornacina blindada, debido a su alto valor artístico e histórico.
Los otros dos patronos que el pueblo tiene —Santa Rita y San Agustín— herencia de los agustinos recoletos, como en su momento se dijo, y, por lo tanto, de más recien tes patronazgos, que no están contemplados en este trabajo, pueden ser objeto de otro interesante estudio, por lo mucho que al pueblo han aportado.
FUENTE: EL CRONISTA