
POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Ya estamos a un mes de la Navidad y tal parece que la ciudadanía -Administración y administrados- pretendemos adelantar la festividad para «aprovisionar compras» en tiempo, aún, de buenos precios.
Hoy les propondré adquirir una buena lubina para, en su momento, prepararla al cava o, mejor aún, a «la sidra espumosa».
Y como les voy a recomendar como ingrediente dos copas de «champagne», «cava» o «sidra espumosa», pues les contaré una historieta al respecto.
Nuestra protagonista se llamó Jeanne Antoiniette Poisson (1721-1764), fue mujer bellísima e inteligente, duquesa-marquesa de Pompadour y marquesa de Menars y, como dato biográfico destacadísimo, amante, favorita y confidente del rey Louis XV de Francia.
Era tan perfecta en su cuerpo que se cuenta que el diseñador de la copa de champagne modeló su forma tomando como prototipo uno de los pechos (teta o mama) de la Sra. Marquesa.
Así parece demostrarlo el cuadro de Jean Marc Natier (1746), conservado en el palacio de Versalles, que representa a la Pompadour como «Diana cazadora».
La LUBINA AL CAVA es plato que puso de moda en su día el restaurante avilesino San Félix, inaugurado en 1956 por Félix Loya, y que hoy es bandera culinaria en el Balneario de Salinas, dirigido por Miguel Loya, uno de los hijos de Félix.
Esta es nuestra receta : Una buena lubina (mayor de l,5 kg), ya limpia y eviscerada, se corta en cuatro trozos que cuecen en agua con sal, 1 puerro y media cebolla.
Se sacan, escurren, eliminan pieles y espinas y se disponen en una fuente de horno.
Se bañan con una salsa elaborada batiendo dos yemas, media clara, aceite, zumo de limón y dos copas de champagne, cava o sidra espumosa, hasta que batiendo bien, quede bien ligada.
Ya bañados, hasta cubrirlos, los trozos de lubina con esta salsa gratinan en grill y se sirven inmediatamente.- Decía la marquesa de Pompadour, aficionada a la sopa de trufas y apio, y al chocolate al ámbar, que un buen champagne «calienta el espíritu y alienta la pasión». En Asturias lo conseguimos con sidra champanizada (es decir, espumosa) y que, además, es más barata que esas bebidas foráneas.