POR JOSÉ MARÍA FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Estaba don Mendo Salazar y Bernaldez de Montiel -aquel personaje entrañable de Pedro Muñoz Seca- prisionero del conde don Nuño Manso de Jarama, persona de alta alcurnia pues, como él decía:
«La cuna de los Manso de Jarama
a fuer de ser más alta que ninguna,
más que cuna dijérase que es cama»
Y don Mendo, en su calabozo, al contemplar la amanecida se fija en el calendario y exclama:
«¡Hoy es martes, gran Dios,!… ¡Martes y trece!
¿Por qué me inspira este miedo extraordinario
esa cifra, ¡ay de mí!, del calendario?»
No, no. No andaba despistado don Mendo. Su amada doña Magdalena, ya «enrollada» con el duque de Toro y deseosa de ocultar su «pasado», quiso callar sus amoríos primeros y, como le contó a don Mendo Clodulfo el carcelero:
«Terció y os hizo mal tercio,
porque pidió que la lengua
os arrancasen primero,
y que os coratásen las manos,
y que mudo, manco y ciego,
en esta torre quedaseis
para siempre prisionero».
¿Por qué la coincidencia de martes y trece tiene esta fama de día aciago?
Pues miren ustedes, fue un martes,13, del año 1134 el día en que el rey Alfonso I de Aragón, el Batallador, fue derrotado y muerto por los árabes en una sangrienta y dura batalla.
Y otro martes,13, ahora del año 1276, las tropas aragonesas y valencianas al mando de Jaime I el Conquistador, también sufrieron dolorosa derrota contra las huestes árabes.
La primera historia nos la cuenta el Padre Mariana; la segunda , el Sr. Zurita; ambos historiadores de reconocido prestigio.
El viejo catecismo del P. Astete, que todos estudiamos de niños, nos decía que «peca contra el primer mandamiento el que cree en agüeros, o usa de hechicerías y cosas supersticiosas…».
Yo, por si acaso, le tengo miedo a los martes-13. Me confieso pecador.
¡Que tengas ustedes feliz martes-13!
En el grabado, Alfonso I el Batallador, rey de Aragón.