
POR MIGUEL GALLEGO ZAPATA, CRONISTA OFICIAL DE SAN JAVIER (MURCIA)
Se ha hablado mucho de él en estos días, porque ha dejado un legado que no me resigno a que quede sin la loa que merece, pues se trata de un trabajo, realizado de su puño y letra, que invito a mis lectores a que se pasen por la iglesia parroquial de San Francisco Javier y lo comprueben.
A lo largo de todo el templo y en cada una de sus capillas dedicadas a diferentes Santos, si nos detenemos en cada una de ellas veremos escritos explicativos, perfectamente enmarcados, escritos con gran minuciosidad y, con todo lujo de detalles sobre cada una de las imágenes (origen, época, estilo) como decimos, hechos a puño y letra por Don José Ballester Esparza, Director del Museo parroquial, que se nos ha ido hace poco.
Quince son los escritos que, aparte de su valor histórico-artístico, que es mucho, están escritos con una caligrafía que llama poderosamente la atención.
El del retablo lo hizo conjuntamente con D. Cesar Diez de las Heras aquel historiador salmantino de tan grato recuerdo y su hija, compañera y colaboradora de Pepe.
Para mi modesto entender, se trata de la obra maestra de un artista y de un gran historiador. Me prometió que me daría una fotocopia del contenido de cada uno de estos cuadritos, digo cuadritos por su tamaño, pues no podían ser de mayor tamaño dado el lugar donde se encuentran colocados, ya que me hubiera gustado reunirlos y editarlos para que fuese más fácil su lectura, pues ordinariamente, acudimos a los actos religiosos, la mayoría de las veces a “prisa y corriendo” y no nos paramos a contemplar toda la riqueza de nuestro magnifico templo.
Otro tanto digo del Museo parroquial que es visitado con fruición hasta por turistas extranjeros que se van encantados y, me temo, que muchos de los que vivimos “debajo de la campana” ni los conocemos.