POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
En la segunda mitad del siglo IV San Ambrosio fundó en Milán una Basísila que es, hoy, la construcción religiosa más antigua de la ciudad. Los canónigos sacerdotes que atendían su culto y comían en comunidad idearon un modo de fritura de los filetes de vacuno («lombolos cum panitio»), en los primeros tiempos del siglo XVI, que dieron en llamar A LA MILANESA (filetes rebozados en huevo batido, pasados después por pan rallado y fritos). Consecuencia del trasvase cultural entre naciones vecinas, Alemania, en 1798, pretendió demostrar que ese modo de fritura era suyo; cosa que también intentó Austria con el título de «a la austríaca».
El entuerto quedó aclarado cuando se descubrió una carta que el mariscal Joseph Wenzeslaus, conde de Radetzky (1766-1858), uno de los vencedores aliados que derrotaron a Napoleón en Leipzig (1813), envió a uno de los ayudantes de campo del emperador Francisco José de Austria-Hungría, el conde de Attems.
Radetzky, que había vivido muchos años en Milán reconocía la tradición milanesa de esa fritura.
Y ya que hablamos del emperador Francisco José recordemos que fue el esposo de la emperatriz Isabel (la recordada SISSI de la película) y padre el archiduque Rodolfo, que se suicidó en el palacete de Mayerling después de haber matado a su «enamorada» la condesita María Vetsera con la que vivió un apasionado romance.
Y ahora, tras lo «erótico-histórico», viene lo culinario.
Centroeuropa (Italia, Alemania, Suiza, Francia, España…) fueron protagonistas de esa gran corriente migratoria a Suramérica, donde llevaron modos y modas de cocina. Y héte aquí que la FRITURA A LA MILANESA hizo furor en Argentina (hasta quieren promocionar allí el «Día de la Milanesa»), extendiéndose después a naciones vecinas (Uruguay, Paraguay,…). Y es en Paraguay donde surgen los FILETES PARAGUAYOS, y en Uruguay los FILETES URUGUAYOS, que luego pasan a Cuba, prácticamente similares a nuestros CACHOPOS. En fin, como decía Rafael Secades, esto del CACHOPU va dar mucho que hablar. Y digo yo: Si Argentina quiere proclamar el «Día de la milanesa», ¿no sería interesante que OVIEDO rindiera homenaje a OLVIDÍN FERNÁNDEZ y al CACHOPU de su invención?
En la foto, el mariscal Radetzky.