POR JOSÉ RAIMUNDO NÚÑEZ-VARELA LENDOIRO, CRONISTA OFICIAL DE BETANTOS, PADERNE Y MIÑO (LA CORUÑA)
El pasado mes de Enero tratamos sobre lanormativa de la Justicia y Regimiento para la corta del junco, una actividad desarrollada en el aprovechamiento de las junqueras comunales de la Ría de Betanzos, tanto por los habitantes de la capital como por los vecinos de las feligresías de su entorno, y que como veremos no siempre gozaron de la armonía tradicional de aquellas jornadas, en las que coexistían el esfuerzo y la celebración.
El 20 de Noviembre de 1701, se personaba en la escribanía de Pascual do Barreiro y Mata, uno de los del número de la ciudad de Betanzos, el presbítero don Francisco Patiño de Lago, vecino de la feligresía de San Salvador de Bergondo, para formalizar una escritura de poder a favor de procuradores de la Real Audiencia y de la guerra, para que en su nombre pudieran seguir, en sendas audiencias, los pleitos tanto civiles como criminales que litigaba:
“…con Antonio Vazquez barela y francisco blanco, y maria plateira sus Criados vos (vecinos) de dha frª (feligresía) de bregondo y Jullian do seijo, antonio de barros y Jacinto Rey, Vecinos de la frª de santa marta de bavío y otros, sobre averle maltratado y echo algunas deshordenes contra su pna [persona] y estado enpidiendo a sus Criados y Caseros a que concurriesen en la Corta del Junco de las Junqueras comunes de dha frª de bregdo, sin que ninguno de afuera pueda entrar en dha Junquera, llevandole el Junco que dhos sus criados y caseros tenian cojido, llevandole de dia y denoche, en racon de lo qual y mas que sea necesario den querellas que se requieran y adonde conbenga… firmolo de su nonbre siendo testigos Franco [Francisco] de lago y andrade, manoel antonio de baldriz vos [vecinos] desta dha Ciud, y Antonio do canpo, soltero Criado del otorgte e yo ssno [escribano] que dello doi fee le conosco y a los testigos. [Firmado] Don Francisco Patiño de Lago [Rúbrica]. Passo ante mi. [Firmado] Pasqual do Barreiro y Mata [Rúbrica]” (Archivo Notarial Coruña. Protocolo 960, folio 64, de Betanzos).
Según se ha visto, se trataba de un delito de robo con intimidación y con el agravante del incumplimiento de la normativa de la Justicia y Regimiento de la Capital de Betanzos, que nominaba a los beneficiarios del junco y señalaba el inicio de la jornada de su corte, mediante el tañido de la campana de la Torre del Reloj municipal.