POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

Ustedes saben que yo abomino del uso de palabras inglesas en nuestro lenguaje (¡Odio al inglés, enemigo de nuestros padres!). Y si esto es así, que lo es, ¿cómo es que llamo sándwich a ese «bocadillín» que tan delicado nos parece y tanto nos gusta?

Verán: «tou cae en copla y tou ye verdá», que decimos en Colunga.

Fue en la segunda mitad del siglo XVIII cuando el inglés Sir John Montagu, IV conde de Sandwich (1718-1792), entusiasta jugador de cartas, no quiso interrumpir una partida para irse a comer. Solicitó a uno de sus criados que le sirviera un «emparedado» con «algo allá», y esto se puso de moda en la alta sociedad inglesa.

Tanto fue así que en 1762, el historiador Edward Gibbon, en sus diarios, ya cita esta palabra como término culinario.

¿Y qué es un «emparedado»?

Bueno, pues es ésta una palabra polisémica que tiene un doble significado: 1) alimento englobado entre dos rebanadas de pan; 2) reo condenado a morir encerrado en doble pared.

Don Pedro Muñoz Seca, en «La venganza de don Mendo», utilizando esa polisemia, pone estas palabras en boca del conde don Nuño, padre de doña Magdalena, que iba casar con el duque de Toro y que había solicitado el «emparedamiento» del buen Mendo:

«…Aprobado, sí, aprobado;
en esta boda no debe
faltar ese emparedado»

Muy bien, pero ¿sándwich es palabra inglesa o no?

Sandwich es palabra inglesa, pero con acento, tilde o virgulilla en la (a), SÁNDWICH, lo es española desde 1927.

La RAE lo define así: «Emparedado hecho con dos rebanadas de pan de molde entre las que se coloca, jamón, queso, embutidos, vegetales u otros alimentos».

¡Ojo!

El sándwich es auténtico cuando el emparedado se hace con «PAN DE MOLDE»; si se hace con pan de barra se llama BOCADILLO; y si es con baguette, SANDWICH FRANCÉS.

En fin, puestos «los puntos sobre las íes» y el acento sobre la «a»; yo, al sándwich de huevo frito y al bocata de tortilla. Todo muy a lo español; es decir, con muchos huevos.