POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
En la región Languedoc-Rosellón, en la Cité Médiévale de Carcassonne, capital del Aude, en la terraza de L’Auberge, restaurante situado en la pequeña Place du Grand Puits, leí en una pizarra este texto destinado a turistas: “Prix du café en terrasse: Un café… 8 euros; Un café s’il vous plaît… 4 euros; Bonjour, un café s’il vous plaît… 1,80 euros”. Suelo arremeter contra los hosteleros poco profesionales que maltratan y espantan al cliente, contra los camareros déspotas sin vocación de servicio, que envidian al consumidor, pero ¿qué decir del zampabollos exigente, maleducado y patán, que donde paga caga? Al llegar a L’Aubergue dije buenos días nos dé Dios, sonriente pedí café por favor, me enteré del nombre del camarero, Jerome, le dije que se parecía a Georges Clooney, tomé el café, pedí la factura y, ¿cuánto creéis? Nada, incluida la propina, ¡y me devolvió un beso!
Fuente: http://www.lne.es/