
POR ÁNGEL DEL RÍO, CRONISTA OFICIAL DE GETAFE Y MADRID
El pasado mes de febrero, la alcaldesa, Ana Botella, dijo: «A la capital de España no se le puede poner el mismo traje que a un ayuntamiento de 5.000 habitantes. Madrid tiene peculiaridades y hay servicios que tiene que seguir prestando». No ha cambiado su discurso. Botella ha vuelto a reiterar que no está dispuesta a que servicios tan esenciales como el SAMUR y otros de prestación social, dejen de ser competencia del Ayuntamiento y pasen a depender del gobierno de la Comunidad, como en principio contempla la reforma de la Ley de Bases de Administración Local que promueve el gobierno de Mariano Rajoy. No se puede hacer idéntico vestido de la misma talla para administraciones locales tan dispares en número de habitantes. Si para evitar que ese tallaje de las competencias en la prestación de algunos servicios, sea un menoscabo para Madrid, modifíquese la Ley de Capitalidad, y que el SAMUR y otros servicios sociales sigan siendo de competencia municipal, porque de algo tiene que valer esa Ley de Capìtalidad específica para Madrid, ya que carece de la sustancia principal, que es la financiera, la compensación económica por los gastos que genera la capitalidad. Si lo que sería una recompensación en justicia, no se admite, al menos que esa Ley nos conceda otros beneficios, como el que la capital siga teniendo la competencia de servicios esenciales, que nacieron aquí, que se ha ido desarrollando y mejorando hasta convertirse en una referencia mundial copiada por otras ciudades.
El SAMUR es un modelo, un ejemplo, un acierto cuando fue creado y un acierto el que se cuide con mimo la calidad que presta. Madrid no puede desprenderse de este servicio, de esta prestación, y tampoco creo que la Comunidad quiera asumirlo si no es por decreto. Que se mejore la Ley de Bases de Administración Local para mejorarla, para redistribuir las competencias y ofrecer un mejor servicio al ciudadano, pero lo que funciona, déjense en paz, que en este país tenemos la habilidad de tocas las cosas bien hechas para que dejen de estarlo.
(Fuente: http://www.madridiario.es/)