CUENTO DE REYES MAGOS

POR APULEYO SOTO, CRONISTA OFICIAL DE BRAOJOS DE LA SIERRA Y LA ACEBEDA (MADRID)
Los Reyes Magos iban a venir. Se notaban brotes verdes por allí, por su arenoso y remoto país.
¿Mentira o verdad? No las sé discernir. La ilusión es flor que brota al aliguí de lo que uno quiere para el porvenir.
Los niños les llamaban: “venid, venid, venid…” Pero se retrasaban con uno u otro ardid. Porque eran Magos, magos, claro que sí, sin conejo de orejas, paloma ni perdiz, sino con un palmo más de nariz. Nada por aquí. Nada por allí.
Oro, incienso y mirra… a esperarlos. Fin.
(Los Reyes son los Reyes. Y la vida es así)