POR RICARDO GUERRA SANCHO, CRONISTA OFICIAL DE LA CIUDAD DE ARÉVALO (ÁVILA)
Ya en la columna anterior comenté algo de nuestras tradicionales Ferias y Fiestas, de la celebración del Patrón San Victorino, el mártir romano de la misma época que San Fermín, de la primera corrida de toros, de los encierros y de la gran afluencia de público desde la comarca y otros lugares más alejados.
Hoy, a modo de balance, quiero rematar este tema. La segunda corrida de Ferias, tan importante como la anterior, pero con el valor añadido de Pablo Hermoso de Mendoza, magistral en su faena, con sus caballos más emblemáticos y populares. Y los diestros, Juan Diego muy inspirado, en torero, y Talavante muy a gusto, por algo está donde está del escalafón, y el público también. Una tarde mucho más que entretenida, una buena tarde de toros, que hasta el tiempo acompañó con una tarde veraniega deliciosa.
Así, con días de entre semana aburridos y fríos, el último fin de semana musical ha sido apoteósico, buenas veladas de orquestas y verbenas, y la gran actuación de Hombres G que llenaron la espaciosa Plaza del Arrabal. Y el desfile de carrozas, multicolor, participativo con seis carrozas preciosas, con música de la Banda Municipal, charangas y la típica dulzaina y tamboril.
Mucha participación de asociaciones y mucho público como espectador, miles de personas arroparon la comitiva en su largo recorrido que estaba tupido de gentes pequeños y grandes, jóvenes y mayores, familias… En último encierro nocturno puso fin a las celebraciones festivas.
Al hilo de la cuestión se me antojan dos cuestiones, apreciaciones personales que también han sido comentadas por muchos ciudadanos y en las que coincidimos. ¡Dilo en la columna! Me decían insistentemente, y así lo hago, porque es también mi sensación.
Una positiva, la gran afluencia de gentes de la comarca, de las limítrofes y aún de lugares más alejados, atraídos por unas fiestas verdaderamente populares y participativas.
Encierros con mucho público, cortadores y toros muy bien presentados que han dado un gran juego, con ese “Novillo del Alba Enguantado” de importante presencia, un toro, que es la tradición taurina, historia recuperada. Orquestas y grupos musicales de gran categoría que han encandilado a mayores, jóvenes y medianos, que han llenado materialmente los recintos de celebración, en especial la Plaza del Arrabal.
Y el botellón, la cruz de la cuestión. No es que me parezca bien o mal el tema, lo que me entristece es el fin premeditado de “templarse” lo antes posible… y la suciedad que dejan, la pasividad que muestran con las enormes cantidades de residuos que generan, que las calles y plazas quedan sembradas de botellas, bolsas, plásticos a montones, y vidrios rotos. Y lo que es peor, esos ríos de orín sucios e insanos que se aprecian por doquier, y no sólo por esquinas o rincones…
Aún reconociendo la labor de los servicios de limpieza que hacen un gran esfuerzo al día siguiente, no pueden llegar a todos los rincones de la ciudad de la noche a la mañana. No es suficiente el mangueo por el centro, es necesaria una limpieza más profunda y general. Sin contar con los trabajos de los vecinos afectados y cabreados por una situación de difícil solución y aún más difícil comprensión.
También podríamos hablar de la competencia desleal, y también de los precios abusivos, de los enormes gastos que tienen que soportar los establecimientos establecidos habitualmente, de la venta de bebidas alcohólicas a menores y esas cosas… no acabaríamos nunca de contar casos. Pero el hecho cierto es que el espectáculo impresionante y la atracción de las ferias y Fiestas de mi ciudad se ve muy empañado por esa moda tan incívica del “botellón” sucio.
Por lo demás, alegrarnos de no haberse producido incidentes importantes en esta aglomeración de gentes que acuden a una de las fiestas más populares de Castilla.