AURELIANO J. LAIRÓN, CRONISTA DE ALZIRA ((VALENCIA)
En el Pleno del ayuntamiento de Alzira celebrado el 25 de junio pasado se acordó, por unanimidad, rotular algunas calles de la ciudad. Entre las personas a las que el consistorio de la capital de la Ribera del Júcar ha querido rendir homenaje de gratitud y afecto, se encuentra nuestro buen amigo y compañero Alfonso Rovira Marín, radiofonista y cronista oficial gráfico de Alzira.
Unas cortas líneas para poner en situación al lector y a los compañeros Cronistas Oficiales de España que preside don Antonio Luís Galiano. Dice el adagio, no es de donde nace sino de donde se hace. Y en ese sentido Alfonso se ha hecho y es de Alzira. Nació en la localidad murciana de Caravaca de la Cruz y llegó a nuestro pueblo a los tres años de edad. Aquí ha vivido la mayor parte de su vida, aquí ha transcurrido su vida laboral y aquí han nacido sus cinco hijos. Alfonso se ha implicado tanto con la ciudad que forma parte de su paisaje, siendo reconocido y admirado por sus obras y sus hechos hasta el extremo de haber sido distinguido en su día con la insignia de oro del municipio por los méritos contraídos con su patria de adopción.
Cuando Alfonso llegó a Alzira la ciudad contaba con una población de algo más de 22.000 habitantes, era alcalde -había sido elegido 22 días antes de su llegada, sustituyendo al socialista Vicente Pellicer Giménez- el republicano Enrique Oria Pelayo, y hacía apenas catorce días que había comenzado a emitir en período de pruebas la estación emisora Radio Alcira, propiedad de los radiofonistas Enrique Peralta Pellicer y Juan Ortega Vicente, empresa de comunicación a la que posteriormente, desde el 23 de julio de 1955 en que comenzó a prestar servicio, se vincularía Alfonso, de la que sería director por espacio de seis años y a la que permanecería unido -durante 40 años- hasta un año después de su desaparición el 30 de noviembre de 1990.
Alfonso Rovira se ha vinculado, entre otras entidades, Foto Club local, Sociedad Musical de Alzira, Junta Local Fallera, Junta de Hermandades y Cofradías de Semana Santa, Asamblea Local de la Cruz Roja, Archicofradía de los Santos Patronos y a la de Nuestra Señora del Lluch, entre otras entidades culturales y ha formado parte de las comisiones creadas para conmemorar el Centenario de las fallas alcireñas; Centenario de la novela “Entre Naranjos”, el VI Centenario del monasterio de la Murta y el 25 aniversario de los ayuntamientos democráticos. Su afición, desde temprana edad, a la fotografía le convierten en poseedor de uno de los mejores archivos gráficos de la ciudad. Alfonso es autor, además, de los textos Crónicas de un Pueblo, recogidos en siete volúmenes, recopilación de más de 900 crónicas que lleva publicadas cada semana, los viernes, en el diario Levante-E.M.V. Memoria gráfica siglo XX (1996) y coautor, con Bernardo Montagud, de Alzira. El puente de San Bernardo, en dos volúmenes (1984-1985). Además de contar con la insignia de oro de la ciudad -también de la Xátiva- es poseedor del micrófono de oro de Radio Alzira y de las medallas de oro de la Archicofradía de los Santos Patronos y de la Virgen de Lluch, patrona de la ciudad.
En cuestión de comunicaciones es un todoterreno, porque ha desarrollado trabajos en Telefónica, Correos, radiotelegrafista durante el servicio militar, técnico de Radio Alzira; ha manejado teletipos, es reportero gráfico, ha sido corresponsal en la localidad, durante tres años de Las Provincias; ha colaborado en diversas cadenas de televisión y ahora mismo domina las últimas tecnologías. Tan solo le falta -como él mismo socarronamente señala- “hacer señales de humo como los pieles rojas y el tam-tam de las tribus africanas”.
El diccionario señala que al autor de una crónica o al que tiene por oficio escribirla se le denomina “cronista”. Alfonso Rovira, es de justicia reconocerlo, ha venido a ser con los años el “cronista popular” de la ciudad. La capital de la Ribera, ochenta años después de su llegada, casi ha duplicado su población. Buena parte de los casi 45.000 habitantes de nuestro pueblo conocen y aprecian la labor que ha desarrollado y desarrolla. Por eso nos unimos, de todo corazón, a la decisión del Ayuntamiento de Alzira, de rotular con su nombre una calle.
En febrero de 2011, cuando había llegado a ser octogenario, el Ayuntamiento de Alzira le nombró Cronista Oficial Gráfico de la ciudad y su pueblo de adopción le rindió un multitudinario homenaje, acto que fue organizado por sus amigos más íntimos.
Va ahora el deseo de que disfrute durante años “su calle”.