MATADERO MUNICIPAL DE ULEA
Feb 02 2015

POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA. CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)

Untitled-1

A mediados del siglo XIX, en donde actualmente se ubica la calle Binondo de Ulea existía un callejón por donde los agricultores pasaban a sus huertos aledaños y, transitaban con sus cabras y ovejas para que pastaran en la ribera del brazal, o en sus propias fincas, Ese camino estaba flanqueado por una tapia que cercaba una especie de corral qué, al ser espacioso, se utilizó para el degüello de reses de uso doméstico (para venta en las carnicerías o de consumo casero; sobre todo en fechas festivas).

Se ubicó en dicho lugar porque, por allí tenía su cauce la ‘Acequia’ y, en ella había una ‘Hilera’ que derivaba agua por un brazal que se utilizaba para regar las fincas colindantes, desde dicho enclave hasta el río. Dicha hilera sangraba gran cantidad de agua, era la más grande del pueblo y, por tal motivo, a dicho camino se le denominaba ‘Camino de la hilera mayor’.

Pues bien, en la bifurcación de la acequia y el brazal, el alcalde Don Joaquín Miñano Pay, ordenó que se acondicionara como ‘matadero municipal’ por estar cerca del pueblo y, sobre todo, por tener abundante agua corriente, que facilitaba el arrastre, acequia abajo, de la sangre y despojos de los animales sacrificados. Ni que decir tiene que en los aledaños del matadero el olor era típico, molesto para muchas personas, pero sobre todo, ponía en serio peligro la salud pública.

Las protestas de los ciudadanos, sobre todo los más próximos, eran continuas; pero con intermitencias, debido a que los alcaldes sucesivos; Felipe Carrillo Garrido; Francisco Tomás Rodríguez; Francisco Martínez y Joaquín Sánchez Valiente, les prometían que estaban buscando otro lugar para que no molestara a los vecinos ó, acondicionarlo de manera satisfactoria. De todas formas, aunque se esmeraban en dicho cometido, no se podía evitar qué, en la época de calor, aumentaran los malos olores y, lo que es peor, abundaran los insectos.

Al comienzo del siglo XX, siendo alcaldes Don Antonio Tomás Sandoval y Don Damián Abellán Miñano, hicieron todo lo posible por corregir tales deficiencias ya que las protestas arreciaban, máxime cuando en un almacén aledaño al matadero se concentraba gran cantidad de público por haberse habilitado como escuela de música, ya que allí, comenzaron a ensayar y hacer bailes populares, hasta que, tras la llegada del maestro de música -licenciado en la escuela de música del ejercito- señor Zinzas, y, posteriormente el señor Turpín -de la escuela de música del ejército de Málaga-, por fallecimiento prematuro y repentino del señor Zinzas, consiguieron que el Ayuntamiento, a cuyo frente estaban los alcaldes citados, y la parroquia regentada por el cura propio Don Juan Antonio Cerezo Ortín, recaudaron los fondos necesarios para hacer una remodelación del matadero municipal que se adaptara a las ordenanzas sanitarias.

Las correcciones provisionales permitieron que los músicos y aprendices siguieran ubicados en dicha almacén; hasta el año 1910, fecha en la que se puso en marcha la “Banda de música municipal’ de Ulea, y le fue habilitado otro local que reunía mejores condiciones acústicas.

Las remodelaciones del matadero fueron continuas, hasta que pasada la mitad del siglo XX, desapareció definitivamente de dicho lugar.

Add your Comment

Calendario

mayo 2025
L M X J V S D
 1234
567891011
12131415161718
19202122232425
262728293031  

Archivos

UN PORTAL QUE CONTINÚA ABIERTO A TODO EL MUNDO