TRES ARCHENEROS EN LA DECORACIÓN DEL CASINO DE TORREVIEJA (2)
May 24 2014

POR FRANCISCO SALA ANIORTE, CRONISTA OFICIAL DE TORREVIEJA

Fachada del Casino de Torrevieja. Principios del s. XIX. / Foto: A. Darblade - Colección de Fco. Sala
Fachada del Casino de Torrevieja. Principios del s. XX. / Foto: A. Darblade – Colección de Fco. Sala

(Comunicación presentada en el VI CONGRESO REGIONAL DE LA ASOCIACIÓN DE CRONISTAS DE MURCIA – Archena, 16 de marzo de 2013)

EL CASINO DE TORREVIEJA

El Casino, como sociedad fue fundado con al nombre de “Numancia”. A finales de 1895 el edificio no reunía las condiciones de capacidad necesarias para objeto al que se destinaba. Ofrecía poca seguridad y se encontraba la obra en muy mal estado, por lo que la Junta directiva pensó que lo mejor sería proceder a su demolición y construir en el mismo solar un nuevo edificio (11). Se encargó un proyecto de la obra a los arquitectos José Guardiola Picó y Tomás Aznar, que en esos momentos se ocupaban de la terminación de los trabajos del nuevo templo de la Inmaculada Concepción, cuyos primeros planos fueron trazados por arquitecto José Ramón Mas Font en 1864. (12)

Reunidos los socios en junta general celebrada el 23 de enero de 1896, fue elegido presidente Francisco Bianqui Carriles, sastre; y secretario Salvador Llanos e Ibáñez, escribiente de la dirección de Hacienda en el puerto de Torrevieja, pensándose en hacer un nuevo edificio.

El 16 de febrero de ese mismo año, fueron citados todos los socios, en junta general extraordinaria presidida por el señor Bianqui, aprobándose por unanimidad el derribo inmediato del edificio, por no reunir las condiciones necesarias para el fin a que se destinaba, por la poca seguridad que ofrecía y por el mal estado en que se encontraba la obra. La junta directiva solicitó todas las facultades y poderes para que pudieran arbitrar fondos, contratar empréstitos con hipoteca especial voluntaria sobre el mismo edificio, estipulando los intereses convenientes, que se tendrían que satisfacerse por trimestres o semestres vencidos, con la circunstancia de que una persona o entidad jurídica le facilitara los fondos necesarios. En el caso de que el Casino faltase al pago, se podría proceder contra la finca, con arreglo a las leyes. O sea que si no se pagaba, sería embargado el edifico y el solar. (13)

El préstamo de 25.000 pesetas, necesario para acometer las obras del nuevo edifico del Casino, fue aportado a la junta directiva del Casino de Torrevieja por Rafael Sala Satorres (14) para el levantamiento de la nueva planta con arreglo a los planos del arquitecto José Guardiola Picó. (15)

La junta del Casino solicitó que se les otorgara y aceptase escritura para formalizar cuantos documentos fueran suficientes al objeto de obtener los recursos precisos hasta la terminación de la obra proyectada. Y no teniendo otro asunto que tratarse se levantó aquella sesión, aprobándose y siendo firmado el acuerdo todos los socios presentes. (16)

El nuevo edifico del Casino de Torrevieja se levantó en un escasísimo periodo de tiempo, porque en la noche del 18 de julio de 1896 se procedió, con gran pompa y solemnidad, a su inauguración. El edificio, con planta baja y un piso, fue considerado como de los mejores de su clase. De estilo modernista, se alzaba majestuoso sobre el mar, que estaba situado a escasos metros de su fachada. En la parte alta, ostentaba ricos y preciosos adornos y un elegante decorado, un espacioso salón de tresillo y a la izquierda la sala de lectura con una bien surtida biblioteca, en cuyos estantes se encerraban selectas obras de antiguos y modernos autores. En la parte media del edificio una ancha claraboya establecía una corriente de aire continua en todos los departamentos que hacían agradable la estancia aún en las más calurosas horas del día; y disponía de dos valiosísimos, pianos uno de media cola y otro vertical, así como una costosísima y hermosa mesa de billar trabajada con madera de palo santo y caoba, que completaba su rico mobiliario, ostentando además una escalinata de mármol para ascender al piso superior. (17)

El resultado fue un edificio modernista, entendido como manifestación de un estado de crisis, pero con efectos benéficos y constructivos, que concordaba con una situación de relevantes y a menudo convulsivos cambios económicos y sociales, activados por el progreso científico, el avance tecnológico y el desarrollo industrial (18). Iban desapareciendo las lámparas de aceite y bujías, había llegado la hora del gas y de la luz eléctrica. (19)

Dos años después, en 1898, en la prensa de la época se escribía: “El balcón del Casino es magnífico y las vistas al mar deliciosas. En una extensión de muchas leguas se alcanza a ver la inmensa planicie líquida, y allá a lo lejos las lanchas pescadoras, se ven cruzar y perderse de vista en la línea brumosa del horizonte” (20). Había música en sus salones, y cualquier excusa era buena para organizar un baile. La historia de Torrevieja en la segunda mitad del siglo XIX y todo el XX no se podría entender sin el edificio emblemático representando su Casino.

A comienzos del siglo XX, fue presidente del Casino de Torrevieja Manuel Bonmatí (21), al que se le debe, en gran medida, la decoración exterior del edificio y su extraordinaria terraza. También fue ornamentado el patio con claraboya en estilo neo-nazarí, tan de moda y al que más tarde se le pusieron complementos y detalles de mobiliario, imitando al Casino de la capital murciana.

NOTAS:

(11) Archivo Histórico de Orihuela (A.H.O.). Préstamo hipotecario a la sociedad Casino de Torrevieja. Torrevieja, cuatro de marzo de 1896. Protocolos notariales de Francisco Cartagena Mora.

(12) SALA ANIORTE, FRANCISCO. Historia del Casino de Torrevieja. Conferencia pronunciada el 25 de noviembre de 2009 en la “Sociedad Cultural Casino de Torrevieja”.

(13) A.H.O. Préstamo hipotecario a la sociedad Casino de Torrevieja. Torrevieja, cuatro de marzo de 1896. Protocolos notariales de Francisco Cartagena Mora.

(14) Rafael Sala Satorres, comerciante y marino, alcalde de Torrevieja entre 1890 y 1894 (A.M.T. Libros de Actas). En 1894 fue elegido diputado provincial (El Orden, Orihuela, 2 de Septiembre de 1894; y El Independiente, Orihuela, 14 de septiembre de 1894). Siguió ocupando el cargo de diputado provincial hasta su muerte, el 5 de febrero de 1900 (El Heraldo de Murcia, 7 de febrero de 1900). Su hijo, Rafael Sala García, continuó como alcalde de la población salinera, siendo fiel seguidor de los hijos del ex ministro: Trinitario y Vicente Ruiz Valarino, que representaban en el Congreso de Diputados a los distritos de Dolores y Orihuela.

(15) Guardiola Picó proyectó el edificio del nuevo Casino de Torrevieja, levantado en el tiempo record de seis meses, entre febrero y agosto de 1896, en un claro estilo modernista. Disponía en el momento de su inauguración de dos valiosísimos, pianos uno de media cola y otro vertical, así como una costosísima y hermosa mesa de billar trabajada con madera de palosanto y caoba, que completaban un rico mobiliario del que no tenemos más detalles, exceptuando algunas de las mesas de juego que todavía al día de hoy todavía perduran entre sus salones, así como un antiguo y elegante contador de carambolas y sostenedor de tacos de billar, también de aquella época ochocentista. Fue uno de los arquitectos de mayor nombradía en lo que se refiere a eclecticismos y de transformaciones en la arquitectura alicantina. Nació en 1836 y fallecido en 1909. Estudió en Madrid, donde obtuvo la titulación, siendo arquitecto diocesano, provincial y municipal de la ciudad de Alicante. Fue reconocido académico de la de Bellas Artes de San Fernando. Su quehacer como arquitecto a secas, y como urbanista más ampliamente, se dejó sentir en obras tan significativas, además del Casino de Torrevieja, en otras muchas de la ciudad de Alicante, como la plaza del paseo de los Mártires y las reformas en el paseo de la Reina, ambas realizadas en 1867; la plaza de toros, el asilo de Nuestra Señora del Remedio, la reforma del Teatro Español (1876), donde trabajaron igualmente los arquitectos Francisco Fajardo Guardiola y posteriormente Juan Vidal Ramos. Suyo fue el proyecto de la casa Alberola, de 1894, rematada por un cilindro o torreón de ventanas de herradura coronado con cúpula semiesférica con cubierta de bronce, donde el arquitecto utilizó un lenguaje nuevo y diferenciador. También reconstruyó la ermita de San Roque y proyectó el matadero municipal de nuestra capital de provincia.

(16) A.H.O. Préstamo hipotecario a la sociedad Casino de Torrevieja. Torrevieja, cuatro de marzo de 1896. Protocolos notariales de Francisco Cartagena Mora.

(17) El Diario de Murcia; Murcia, 21 de julio de 1896.

(18) En Torrevieja fueron sustituidos los molinos de viento para la molienda de la sal por las fábricas de moliendas de Valentín Rodríguez, Ballester, de Cataus, Sanz y Compañía, de Onofre Cava, de Manuel Ballester; y a la enorme fábrica de trituración y molido de sal, construida por la Compañía Salinera en 1900. Las Provincias de Levante; Murcia, 14 de agosto de 1900.

(19) A.H.O. Concesión de arriendo del alumbrado público. Acacio Rebagliato Quesada, en representación del Ayuntamiento de Torrevieja, y Amador Cuervo Era. Torrevieja, 5 de marzo de 1898. Protocolos notariales de Domingo Barber y Lloret.

(20) El Diario de Murcia; Murcia, 4 de agosto de 1898.

(21) Manuel Bonmatí fue uno de los pioneros industriales de Torrevieja. Tenía una fábrica de abonos químicos en la calle San Policarpo, en un local construido en 1899, con máquinas para triturar y cribar las materias primas. Llegó expender anualmente más de 15.000 sacos. Bajo su presidencia se hicieron en el Casino de Torrevieja las mayores obras de embellecimiento y mejora.

Fuente: Semanario VISTA ALEGRE. Torrevieja, 24 de mayo de 2014

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