POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)
En sesión ordinaria de los miembros de la corporación municipal del día 24 de enero de 1929, el Alcalde de Ulea. Gumersindo Cascales Carrillo, acompañado de los Tenientes de Alcalde Ernesto Ríos Torrecillas y Jesualdo Cascales Carrillo, dan cuenta, a la Junta Municipal, de una comunicación del Veterinario Municipal de Higiene Pecuaria, Antonio Gil Pérez, solicitando se le conceda licencia ilimitada, para asuntos propios, dejando encargado del servicio a Enrique Jiménez Díaz. Enterados los señores de la comisión, acuerdan acceder a lo que solicita el Veterinario y aceptar la propuesta, como sustituto, al indicado Enrique Jiménez Díaz, al que se le abonarán sus honorarios, desde el día primero del mes de febrero próximo.
En otra sesión ordinaria, del día 7 de febrero de 1929, el Alcalde da cuenta a su consistorio, de que el cese del Veterinario, Antonio Gil Pérez, como encargado de la Inspección de Higiene y Sanidad Pecuaria, es debido a su traslado profesional, para ejercer en el Ayuntamiento de Zaragoza. Enterados de los motivos del cese, la Comisión acuerda, por unanimidad, aceptar dicha dimisión.
En vista de la situación planteada, se acuerda nombrar a D. Enrique Jiménez Díaz, Veterinario Municipal con la responsabilidad de llevar a cabo la Inspección de carnes, así como la Inspección Municipal de Higiene y Sanidad, de Ulea, con carácter interino.
Por tal motivo, el día 7 de febrero de 1929, fue una fecha histórica para el municipio de Ulea, ya que, por primera vez, aunque fuera con carácter interino, el Ayuntamiento tenía un Veterinario Titular pues, hasta entonces, dichas funciones las asumía el Veterinario de Archena, como encargado.