POR MIGUEL GALLEGO ZAPATA, CRONISTA OFICIAL DE LA VILLA DE SAN JAVIER (MURCIA)
Esta vez no va de obituarios, me voy a referir a un joven ejemplar. Dirigía con su guitarra, en lo que es un maestro entusiasta, un coro parroquial de agraciadas señoritas, entre ellas su hermana y su novia y cuando, al final de la santa misa, llegó la acción de gracias, entonó “María, pequeña María” una bella canción interpretada con tanto gusto que, a los que tuvimos la suerte de escucharla, en aquel respetuoso silencio, no solo nos encantó, nos sublimizó de tal manera que la ternura nos embargaba. Quizá los mayores seamos más sensibles y emocionales, pero me acompañaba mi hijo, y le ocurrió otro tanto.
Lo felicitamos a la salida y, medio en serio medio en broma, quedamos en que aquello merecía algún comentario del Cronista y aquí está. Se trata, como digo, de un joven que por su forma de ser cuenta con las mayores simpatías, asiduo a los ambientes religiosos sin recato.
Es catequista desde los quince años, habiendo pasado por todas vicisitudes de la pastoral. Aprendió a tocar la guitarra, llegando a dar clases a jóvenes para captar a nuevos integrantes. Coordinador de la pastoral juvenil y vocal de la junta directiva del Centro Diocesano. Estudió Ingeniería Industrial en la UPCT acabando a los 23 años y en la actualidad está terminando sus estudios de Doctorado Europeo.
Ha investigado en París y ha presentado trabajos en Oporto y Coimbra (Portugal),California (EE.UU.), Grecia, Lieja (Bélgica), Manchester (Inglaterra), etc. Trabaja en el departamento de I+D de Maxam-Defensa (la compañía que hace unos años adquirió la fábrica de Santa Bárbara de Murcia).
En el poco tiempo que le queda, le gusta practicar deportes como buceo o natación.
Es como se dice por aquí un “zagal” de buena crianza. Siento no haber escrito antes nada de él, pues cuando “La parroquia en marcha” tenía una sección en la que ponderaba a los jóvenes cuando acababan sus estudios pues siempre me gustó que la gente aprovechara el tiempo.
Su padre Don Ángel Antonio Otón Carrillo, Capitán de Navío, es Comandante del Centro de Buceo de la Armada y Director de la EBA. Era nieto de Don Antonio Carrillo, tantos años Ayudante Militar de Marina de San Pedro del Pinatar. Le tengo pronosticado que llegará a Almirante.
Me envía unos mensajes que, después de meditarlos con fruición los hago seguir a mis amigos. Su madre Doña María Antonia Martínez Pardo, es funcionaria administrativa del Hospital Universitario Los Arcos del Mar Menor y es hija de nuestro amigo Don Isidoro Martínez Pardo, tantos años compañero en la Junta parroquial y funcionario del Estado en la Biblioteca de la Academia General del Aire.
Amigo desde siempre de estas familias, no me extraña el comportamiento de este joven al que admiré siempre, pues, como se dice “de casta le viene al galgo”.