POR HERMINIO RAMOS, CRONISTA OFICIAL DE ZAMORA
Estamos ya en plena campaña electoral. Los partidos políticos empiezan a bombardearnos con sus proclamas y mensajes. Todo vale con tal de conseguir nuestros votos. Hasta el día 24 nos venderán mil promesas que, desgraciadamente, sabemos que la mayoría de ellas no van a cumplir. Pero prometer es gratis y por eso lo hace todo el mundo.
Hay, no obstante, tres temas sobre los que la ciudadanía necesita saber la opinión y la postura de las formaciones políticas. Tres temas que cada vez preocupan más en esta tierra de pan llevar, que se está quedando sin gente que la quiera.
El primero de los temas es el campo, esa maltratada tierra de la que comemos todos y en la que ya no se puede pisar sin un permiso especial, pero de la que nadie se ocupa de tratarla con las debidas atenciones, cuidados y respeto.
Según parece, lo primero que hay que hacer es salvar a las tórtolas, pero ya no vemos ni oímos a las alondras, ni correcaminos, ya no se ve ni de casualidad ni un solo lagarto en terrenos y términos donde hace años se comían centenares, sin afectar al censo. Sin embargo, hoy en esos territorios no ves ni un solo pájaro, tienes que mirar al suelo porque no ves ni un solo habitante. El ciclo vital de la naturaleza maltratada se ha roto. Ya le han llegado avisos a las abejas, una cuestión que espero llegue a los despachos.
Dejamos el campo y volvemos a la ciudad y nos encontramos con el segundo agravio histórico monumental. Hablo de las aceñas, maltratadas sin piedad y, por último, abandonadas a su suerte, comenzando porque lo primero que se hizo con ellas fue no reconocerlas y privarlas de sus señas de identidad que constituyen un valor de primerísima categoría.
Y, por último, hay que denunciar la situación del casco antiguo, con edificaciones donde no deberían de estar, miradores que van y vienen y una situación que resulta chocante. Pero hay tanto de que hablar en este aspecto que es mejor dejarlo para otro día. Por si acaso.
Fuente: http://www.laopiniondezamora.es/