POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Diez veces gocé del síndrome Stendhal en la capital Toscana: 1) Actuación en Sant’Apollonia del coro de la Universidad Santo Tomás, de Manila, dirigido por Fidel G. Calalang Jr. y del Voces Blancas del Nalón, dirigido por Óscar Allen. 2) Acqua frizzante y gelato, bajo 40 grados a la sombra. 3) Vista nocturna del conjunto del Duomo, desde la esquina de la Via dei Calzaiuoli. 4) Subida a la cúpula del Duomo, de Brunelleschi. 5) Subida al Campanile, con tormenta. 6) Cena con Mari, Mapi, Raquel, Vanesa, Óscar y Mateo en la terraza del Rivalta, Via Lungarno Corsini, junto al Ponte Trinità. 7) “David” de Miguel Ángel, en la Accademia. 8) Puerta de la Chiesa di Santa Margherita dei Cerchi, donde Dante conoció a Beatrice. 9) Alarma en la Basílica Santa Croce cuando salté el cordón de seguridad y me arrimé a “Crucifixión”, de Lippo di Benivieni. 10) Bienvenida a punta de pistola de los carabinieri.
Fuente: http://www.lne.es/