
POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)
Pasada la vía del tren y, hasta el pie de la sierra de la Pila, se encuentra una gran extensión de terreno, perteneciente al campo de Ulea.
Siempre fue terreno de secano, aunque sus dueños, «la familia Garrido», intentaron que llegara a sus terrenos la deseada agua que supusiera el cambio de los cultivos de secano: cereales, olivos, algarrobos, almendros y pastos para los ganados.
Para ello, se construyó el célebre Pantano de Polsagueras, que recogería todas las aguas de lluvia y las canalizaría hasta dicho pantano, para almacenarla y regar todo el terreno del Paraje Casa Garrido. (1)
Así fue durante unos 60 años, pero, el mantenimiento no fue el adecuado y, a mitad del siglo XIX, quedó inservible, aún hoy quedan trozos de gran tamaño, que se resquebrajaron y quedaron apilados en el fondo de dicho pantano. Por tal motivo, insistieron en la consecución de llevar agua de regadío y surgieron personas interesadas en tal proyecto, que efectuaron el estudio adecuado para hacer un Canal que partiendo del río Segura; en el paraje de «La Rota, de Calasparra», regara todas las tierras de secano de Cieza, Abarán, Blanca, Ulea, Archena y Molina de Segura; hasta llegar a confluir en el río Segura a la altura de «La Contraparada».
Los agricultores de la Vega Alta y Media, protestaron que se construyera tal canal de Las Rotas y, a pesar de los muchos pleitos no se consiguió su construcción y, el paraje de Casa Garrido, siguió siendo de secano.
Hoy, gracias a otros sistemas de riego, sus terrenos son de regadío y produce cítricos: frutas de hueso y viñedos; además de cereales, de gran rendimiento para sus dueños qué, a pesar de la maquinaria empleada, dan trabajo a más de un centenar de trabajadores de la agricultura y derivados.
En dicho paraje viven unas diez familias y veranean otras tantas. Además tienen una venta donde se reúnen las/los trabajadores y los dueños y pasan buenos ratos en amena tertulia. Doy fe, que este paraje tiene buen futuro.
Dicha finca tiene un Administrador y encargado en la persona de Ulea Cándido Garrido Martínez.
(1) A principios del siglo XVII, se construyó dicho Pantano de Polsagueras, con el fin de que recogiera las aguas de la Cañada Real, La Losilla y la Sierra de la Pila. Dichas aguas quedaban embalsadas y protegidas por una presa enorme.
Las aguas se distribuían de forma radial, mediante tres canales de riego, a todo lo largo y ancho del campo uleano. Además, un cuarto ramal canalizado, vertía sus aguas en «el Barranco del Mulo», por cuyo cauce circulaban grandes arrastres de agua que, al final de su trayecto, desembocaba en «La Rambla del Tinajón»
Los sobrantes de las aguas de dicho pantano, suponía un grave inconveniente para la integridad de las tierras del campo de Ulea y sus caseríos aledaños.
Por tal motivo, nuestros antepasados, en el año 1803, solicitaron la construcción de Canal de Rotas ya citado.
Dicho Canal de Rotas, recogería las aguas sobrantes del Pantano de Polsagueras; a la vez que aliviaría el caudal del río Segura y, paliaría los desastres causados por las frecuentes riadas.
Sin embargo, el Rey, en el año 1814, dio el Vº Bº para su construcción, ignorando por qué no se había efectuado con anterioridad.
Para visitar dicho paraje de los Garrido, está escondido entre la vía férrea y la Sierra de la Pila, en donde estuvo el Pantano de Polsagueras del que quedan bastantes restos en ruinas, tenemos que adentrarnos por el camino- ahora carretera- que une la autovía con la vía férrea a la altura de «la Venta del Cojo».
Al llegar a la vía férrea, giramos en dirección a la Estación de Archena por el camino junto a la vía y, al llegar al puente, lo cruzamos y, en la primera bifurcación, cogemos el ramal derecho. A unos 2 kilómetros de distancia, volvemos a girar nuevamente hacia la derecha y, a unos 1,500 metros de distancia, avistamos abundantes restos de lo que fue el Pantano de Polsagueras.
FUENTE: EL CRONISTA