POR ANTONIO DE LOS REYES, CRONISTA OFICIAL DE MOLINA DE SEGURA (MURCIA)
Fecha y lugar de nacimiento: Molina de Segura (Murcia) 1910.
Fecha y lugar de defunción: Molina de Segura 1985.
Estudios: Maestro nacional
Profesión y cargos:
Fecha de nombramiento como C. O.: 1972
Publicaciones:
Arnaldos Pérez, Manuel: Álbum familiar.
Arnaldos Pérez, Manuel: Apuntes para la historia de Molina y pincelada histórica, 1983, manuscritos
Arnaldos Pérez, Manuel: Árbol familiar de los Arnaldos Pérez
Arnaldos Pérez, Manuel: Biblioteca del molinense, volumen 1, Molina 1974
Arnaldos Pérez, Manuel: Conoce tu tierra
Arnaldos Pérez, Manuel: Conoce tu tierra. Historias y gentes de Molina de Segura
Arnaldos Pérez, Manuel: Fuentes documentales para la historia de Molina
Arnaldos Pérez, Manuel: La virgen de la Consolación, patrona de Molina
Arnaldos Pérez, Manuel: Los jesuitas en el Reino de Murcia
Arnaldos Pérez, Manuel: Molina y el Cid Campeador
Arnaldos Pérez, Manuel: Molina y la casa Compañía
Arnaldos Pérez, Manuel: Molina y las avenidas del río Segura.
Arnaldos Pérez, Manuel: Pincelada histórica, 1983, manuscritos.
Los cronistas oficiales han sido narradores a sueldo de aquellos a los que interesaba divulgar sus hechos, y cuanto más heroicos mejor. Si no qué fueron los cronistas reales? De hecho en contadas ocasiones se les recoge como fieles narradores de sucesos históricos. Necesariamente hay que saber leerlos para ladear el elogio de la realidad. En muchas ocasiones dura realidad.
El paso del tiempo ha permitido que surgieran unos auténticos cronistas narradores del pequeño suceso local que con su fedataria exposición dan claridad a la realidad de cada ciudad, pueblo o aldea. Y debemos diferenciar al cronista periodístico del escritor de relatos locales históricos. Este despierta el amor al pasado más familiar y amistoso. Aquel ha de ser fiel al suceso contado.
Como a cronista oficial su narración apenas alcanza a temas de corta trascendencia para la historia en general, no suelen existir referencia a su trabajo más allá del espacio vital que le rodea. El olvido suele acompañar a sus esfuerzos. Por muy oficial que sea apenas recibe unas ayudas para publicar, y con sumo cuidado no sea que se disgusten, porque entonces zafarrancho y tente tieso.
Son microhistoriadores que ponen entusiasmo, horas de trabajo, gastan ojos para papelear manuscritos ilegibles y encima, llenos de entusiasmo, se dejan sus perras en libros, fotocopias, carpetas, apuntes… Y hablo como si en nada me fuera a mí, cuando debo decir que estoy en ello.
Me viene hoy al recuerdo el que fue primer cronista oficial de Molina: Manuel Arnaldos Pérez. Ante todo amigo entrañable después de tantos años de ausencia. La amistad profunda ni la muerte puede con ella.
Trabajó duramente por el pasado molinense. Costeó sus trabajos como: Biblioteca del molinense; Conoce tu tierra; Fuentes documentales para la historia de Molina; Molina y la casa Compañía… Pero donde mostró sus magníficas condiciones de historiador mayor fue con Los jesuitas en el Reino de Murcia. Obra maestra para el saber sobre la presencia jesuita en el reino de Murcia. Lástima que el esfuerzo editorialista corriese de su cuenta y la única edición fuese tan corta que hoy es difícil su útil consulta. Pero este es un claro resultado del hacer croniquil.
Para mí fue el impulsor de mí andar molinense. Me llevó y me trajo por los archivos locales. Me visitó los lugares emblemáticos. Me contó historias y más historia de la microhistoria local que él dominaba a la sazón. Me amonestaba si descuidaba la tarea, aunque, o acaso más, me pasase a la historia murciana…
Estoy en la obligación de recordarlo permanentemente. Y más ahora que Luis Lisón desde su posición de miembro de la directiva de la Real Asociación de Cronista de España, me pide que haga un recuerdo preciso del buen hacer de Arnaldos.
Pero ¿se puede hablar de un amigo? ¿Se puede ser imparcial?
Manolo. Lo dejo para otra meditación.