
POR LUIS LISÓN HERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE ALGUAZAS Y OJÓS (MURCIA).

No tenía la villa de Ricote problemas graves de suministro de agua en la primera mitad del siglo XIX, pues como manifestaba Pascual Madoz: «Encuéntranse en este término hasta 19 fuentes de aguas perennes y buenas, siendo la más abundante la llamada Fuente Grande, que da riego a más de 300 tahúllas; la designada Fuente Vieja suministra la necesaria al surtido de los vecinos; la del Pilar, que también presta su servicio, se halla cerca de la plaza y encima de la calle de su nombre; las demás son potables, y muchas prestan el riego a diferentes posesiones».
No obstante, los vecinos tenían que ir a por ella para el suministro diario, lo que movió en 1828 a un ilustre hijo del lugar a poner el remedio oportuno y acrecentar el ornato del pueblo con un elemento decorativo de cierta relevancia.
A tal fin, el 26 de abril del citado año, don Sancho de Llamas otorgó testamento ante Tadeo Martínez, escribano del número de Madrid, disponiendo en él, entre otras cosas, que de sus bienes se costease la construcción de una fuente pública en la villa donde había nacido, para el alivio de los vecinos en sus necesidades. De dicho testamento queda copia en el Archivo de los Barones de Bellpuig, que no hace muchos años fue adquirido por el Estado para el Archivo Histórico Nacional. No mucho después de otorgado, el 9 de julio de 1829, el que fuera Magistrado y consejero de Castilla, entregaba el alma al Creador en la ciudad de su residencia.
Largas y laboriosas fueron las gestiones que tuvieron que realizar sus albaceas, por lo que el tema de la pretendida fuente se fue demorando en el tiempo. El expediente se instruyó por el juzgado privativo de once ministros del Tribunal supremo de Hacienda, quien cometió este asunto a don Francisco Romo y Gamboa, Gobernador civil de esta provincia, el cual, por auto de veinte y siete de junio de mil ochocientos treinta y cinco, dispuso se sacase a pública subasta la obra, con arreglo al plan, presupuestos de gastos, que ascendían a treinta y un mil novecientos reales, y condiciones bajo las que debía verificarse, aclarando, que todo se hallaba de manifiesto en la oficina del escribano de la capital don Cesáreo de Basterrechea, por ante quien se actuaban las diligencias; para que, el que quisiera interesarse en la empresa, pudiese enterarse de ello, detallando que el 24 de julio siguiente, a las doce de la mañana, se celebraría el remate en dicho gobierno civil. En cuyo acto se anunciarían las proposiciones hechas y se admitiría las demás que se hicieren, siempre que fuesen conformes. Los licitadores otorgarían escritura de fianza y la persona o personas a cuyo favor quedase el remate, recibirían en metálico el total importe a que ascendiese la subasta.
Destinado el señor Romo y Gamboa, dos meses más tarde, a Valladolid, lo cometido quedó en suspenso. Y nuevas e incomprensibles dilaciones perduraron hasta el año 1841, cuando, por fin, siendo Jefe político de la provincia de Murcia el notorio liberal don Ramón Casariego, alcalde don José Abenza Abenza y secretario Francisco Ibernón, se firmó contrato con el ayuntamiento de la villa, haciéndose por fin la obra mencionada, consistente en cierta cañería para traer el agua desde uno de los veneros existentes en las proximidades hasta la fuente que se construyó en la llamada Plaza de la Constitución, próxima al edificio de la casa consistorial y del templo parroquial.
Beneficio tan importante para los moradores en Ricote (por entonces unas 300 casas) no duró mucho tiempo, pues la desidia de los gobernantes municipales desde 1853, siendo alcalde Francisco Gómez Banegas, dejaron abandonado el preciado logro y rota la conducción. Todo acabó en la mayor ruina. Y ello, pese a que el ayuntamiento se había obligado a reparar y mantener en el futuro la cañería y fuente.
Las continuadas quejas de los vecinos del pueblo no tuvieron éxito y, aún en 1890, siendo alcalde don Gonzalo Álvarez Castellanos, se clamaba por la reparación de los daños de la cañería y fuente para devolver al vecindario los enormes beneficios que aquella obra proporcionaba. Pero todo resultó infructuoso, también en esta ocasión.
FUENTE: https://www.laopiniondemurcia.es/municipios/2025/01/20/fuente-don-sancho-llamas-plaza-113483700.html