La noticia se difundió como la pólvora, no sólo en la ciudad que le vio nacer, donde vivía y donde pasó su vida, sino en la provincia y en toda España.
Conrado Blanco, cronista oficial de La Bañeza, investigador, amante de la cultura, mecenas y muchas más cosas, falleció a los 92 años de edad en su casa de la calle del Reloj.
Me gustaría decir muchas cosas de Conrado, pero son prácticamente conocidas por todos los lectores. Sin embargo, no me resisto a escribir unas pequeñas pinceladas, a modo de un homenaje póstumo particular.
Conrado Blanco derrochaba bondad, filantropía, bonhomía y saber. Creo, y espero no equivocarme, que estamos ante el hombre que más sabía de la historia de La Bañeza. Durante más de 50 años se dedicó en exclusiva a su verdadera pasión, escribir e investigar sobre algún tema bañezano. Siempre que hablaba con él, me asombraba la memoria tan privilegiada y claridad en la exposición y divulgación de los temas históricos de La Bañeza.
Recuerdo en una ocasión que le pasé a firmar el último de los libros: ‘Capiteles bañezanos’ y me dijo, Alfonso, no veo, tengo que pedirle a Charo, su mujer del alma, a la que tanto amaba y que dejo un hueco profundo en el corazón de Conrado, cuando falleció hace 6 años, ella, pacientemente le ayudó a llevar el bolígrafo a través de la página del libro.
Pequeños retazos para un gran hombre que nos acaba de dejar, pero que le tendremos siempre presente a través de su ingente obra cultural.
Fuente: http://astorgaredaccion.com/ – Alfonso del Río