POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Gripe A (cepa N1H1) y catarros en general están de moda en estos días de enero. Las consultas, en los Centros de Salud, remedan conciertos asíncronos de toses y estornudos y los hospitales se encuentran sobresaturados de pacientes. ¡Es la gripe española!, como se decía antiguamente. ¡¡ Ye´l trancazu !!, decimos en Colunga.
Y, claro, de tanto toser y de tanto «tirar por la nariz», inmediatamente hacen acto de presencia -y siempre de forma imprevista y repentina- las epistaxis (es decir, las «escandalosas» hemorragias nasales).
Pues aprovechando «que el Pisuerga pasa por Valladolid» vamos a recordar una epistaxis que hizo historia en la historia de España.
El 11de diciembre de 1828 el rey Fernando VII, viudo ya tres veces, se casa con su sobrina Dª María Cristina de Borbón, unos veinte años más joven que él. El monarca, que padecía una macrogenitosomía (gran tamaño de pene y testículos) y era un obseso sexual, debió «atacar en demasía a la reina» y ésta, joven y de buen ver, debió aficionarse un tanto al asunto bélico-amoroso. El 29 de septiembre de 1833, víctima de una apoplejía, fallece Fernando VII y su esposa es designada como Regente y Gobernadora del Reino «mientras fuere viuda», hasta la mayoría de edad de su hija Isabel. Pero, ¡qué cosas!, a los tres meses de la muerte del Rey, doña Mª Cristina, paseando por los jardines del Buen Retiro, padeció una inoportuna epistaxis que intentó atajar con su pañuelo y los pañuelos de sus damas. En esto, un galante capitán de la Guardia de Corps, llamado don Fernando Muñoz, le ofreció el suyo y la Reina, ya recuperada, se lo devuelve dándole su mano a besar; gesto al que don Fernando responde besando el pañuelo. Ambos, Reina y Capitán, se enamoran y, en secreto, se casan el 29 de diciembre de 1833; matrimonio que se hizo público en 1844 y que dio a la nobleza española nada menos que 8 hijos.- Así que ya lo saben, cuiden su gripe y sus posibles epistaxis para evitar efectos colaterales que podríamos denominar «síndrome del pañuelo de la reina y el capitán».
En la foto, Fernando VII y la Reina María Cristina según óleo de Luis Cruz y Ríos, existente en el Museo de Bellas Artes de Asturias.