POR EDUARDO JUÁREZ VALERO, CRONISTA OFICIAL DE SAN ILDEFONSO (SEGOVIA)
Hoy se cumplen 75 años de la muerte en el ignominioso exilio del Maestro Antonio Machado, poeta de la sencillez, del simbolismo, de la observación. Y, ante todo, un español. Comprometido con la idea de renovar aquella España esquilmada por siglos de privilegios e imperio; por cainismos y desmemoria. Murió escapando de la barbarie en un pueblecito francés y allí a permanecido durante estas tres cuartas partes de siglo. en ese tiempo hemos evolucionado de una dictadura a una esperanzadora democracia y, de ahí, a la cloaca en la que ahora sobrevivimos. Y en todo ese tiempo hemos traído a casa a la Infanta Isabel, Juan de Borbón, al Guernica y hasta al melifluo Dalí. Hemos celebrado a bombo y platillo centenarios y efemérides varias, dedicadas a estos y otros personajes, creado museos y exposiciones universales, mientras Antonio seguía exiliado, sus huesos blanqueados por un sol desconocido, triste y amanerado. Me pegunto si algún día tendremos la poca vergüenza de intentar siquiera darle al Maestro el homenaje que se merece. Entre Machado con los gabachos y Federico criando níscalos a saber dónde, lo mejor en este país es ser inculto y desahogado, como tantos otros.