
POR SANTOS BENÍTEZ FLORIANO, CRONISTA OFICIAL DE CÁCERES.
La diferencia entre los mercados y las ferias radicaba en la periodicidad y la magnitud. Las ferias solían ser anuales con una duración de una semana y el tipo de producto podía venir tanto de las zonas cercanas, como ser mercancías que recorrían grandes distancias.
Las ferias fueron fomentadas por los reyes y señores ya que supusieron una activación económica que benefició a los estamentos superiores a través del cobro de los impuestos.
Las ferias medievales se documentan a partir del siglo X en torno al Camino de Santiago. Estas perviven gracias a los beneficios que les conceden los reyes a lo largo de la Edad Media.
Tienen un factor económico muy importante, ya que reyes y señores concedieron ferias a las villas más importantes, otorgándolas exenciones. La actividad ferial estaba regulada con puntos de venta y dispensas a todos aquellos que acudían a la feria.
La corona, los señores y los concejos que promovían las ferias garantizaban la seguridad en las mismas, lo que se conoce como la Paz del periodo ferial. Estas actividades feriales se multiplicaron en los núcleos urbanos reconquistados.
En el Fuero Alfonsí se establecen dos periodos feriales, las Ferias de Cuaresma y las Ferias de Agosto.
Las Ferias eran mercados muy importantes para la economía de las Villas y se celebraban en unos periodos establecidos y normalmente en parajes públicos para favorecer la concentración de las mercancías y facilitar las operaciones mercantiles.
Se daba protección a los mercaderes y se les eximía de todos los impuestos de tránsito y de los arbitrios municipales relacionadas con la compra-venta de productos; asimismo se les daba protección de la justicia e igual trato sin tener en cuenta las diferencias de etnia, país, religión…, etcétera.
La Feria de Cáceres se celebraba durante un mes al año, de 15 de abril a 15 de mayo, por ser el periodo de finalización de las tareas agrícolas; multando con mil maravedíes a aquellos que trataran de impedir la libre concurrencia de los mercaderes a la feria.
Los alcaldes, el notario y los sex eran los responsables de velar por la seguridad y el orden durante la Feria, rondando de dos en dos todo el día. Estaba prohibido el uso de las armas y si algunos agredían a otros eran penados con fuertes multas y castigos físicos pudiendo llegar hasta la muerte si los agredidos fallecían.
Había muchas peleas y altercados públicos como consecuencia de que corría el vino en gran cantidad, así como se producían robos; tanto en uno como en otro orden los Alcaldes imponían graves penas, incluso la horca.
La Feria de Cáceres tenía lugar ante la Puerta Nueva de la muralla, desde ese tramo de la muralla hasta Río Verde, en la zona que ocupa actualmente la Plaza Mayor, por lo que a esta zona se le denominaba Plaza de la Feria.
Como vemos ya desde la Edad Media esta zona tan transitada por los cacereños del siglo XXI era el centro comercial de la villa de Cáceres; como solemos decir los historiadores, la Historia se repite.