POR ÁNGEL DEL RÍO, CRONISTA OFICIAL DE MADRID Y GETAFE
Ya sabemos que Adelson no era Papá Noel, ni un rey mago, y aunque tiene el poder de crear ilusiones, sólo se cumplen si se las pagan a precio de oro.
Eurovegas era el proyecto prometido para un mundo mejor, pero tenía un precio exageradamente alto, compromisos inasumibles por parte del gobierno de Rajoy.
Adelson no ha visto cumplidas sus desorbitadas pretensiones y se va con Eurovegas a otra parte donde se ceda a las exigencias de un inversor que tiene una máxima: lo que gane, para mí; y si pierdo, que lo asuma otro. A los pocos minutos de conocerse que Las Vegas Sands no construirá en Alcorcón, salieron con declaraciones y comunicados agoreros, ventajistas y profetas del fracaso.
Saltaron sonrientes, victoriosos, los que desde el principio se manifestaron en contra del proyecto: oposición, sindicatos, colectivos antitodo, ecologistas, plataforma Eurovegas y oportunistas sin fronteras. Gozaron recordando que ya advirtieron de que Eurovegas no era posible, y se chotean de los políticos que confiaron en el proyecto.
Están que no caben en sí de gozo, aunque muchos parados sigan sin trabajo, muchos propietarios con su suelo improductivo y muchos empresarios con sus inversiones compuestas y sin proyecto en que invertir. ¿Han oído hablar del triunfo de los necios?
Fuente: http://gentedigital.es/