
POR RICARDO GUERRA SANCHO, CRONISTA OFICIAL DE ARÉVALO (ÁVILA)
Ya están aquí los medievales, un año más asistimos al Mercado Medieval de Arévalo 2013. Por motivo de Las Edades del Hombre, este año se ha trasladado a la Plaza de San Pedro y explanada del Castillo, un cambio que en principio se pensó podía tener alguna repercusión, pero se está viendo que con el público añadido, visitantes de Credo, el ambiente y animación es más que destacable. Y eso a pesar de dejar el marco de la maravillosa Plaza de la Villa que es el escenario inmejorable de estas fiestas y celebraciones. ¿Será otro de los paréntesis de las celebraciones medievales? paréntesis que fueron los que con incertidumbre, cambios de sitio, interrupciones e indecisiones organizativas, han propiciado que esta edición sea anunciada como III Mercado Medieval, cuando la nómina debe ya de pasar de la docena… Sea como fuere, este fin de semana, se está celebrado esta fiesta que empezó con el día nublado, una ligera lluvia justo cuando se estaban ultimando los detalles para su apertura. El día ha estado indeciso pero a medida que pasaba el tiempo, se despejaron todas las incertidumbres y la afluencia de público está siendo muy numerosa.
Esta nueva etapa de los medievales que organiza una asociación, “La Queda”, que nació para ello con gentes inquietas que les gustan y viven “los medievales”. Este año han querido recrear una escena histórica que aconteció en Arévalo el 17 de noviembre de 1467, la celebración del cumpleaños del príncipe Alonso, su catorce cumpleaños que además entonces era la mayoría de edad. Un fecha muy significativa porque en aquel momento, años de guerra civil en Castilla fomentada por los nobles que seguían al rey Enrique IV y los que apoyaban al nuevo rey Alonso, aquellas revueltas dinásticas que protagonizó la nobleza levantisca ávida de riqueza y de poder.
Entre la “farsa” de Ávila el 5 junio de 1465, y la muerte de Alonso el 5 de junio de 1468, esos tres años de doble reinado, la historia tuvo en Arévalo uno de los polos del poder, ya que fue el cuartel general, la corte y casa de ese nuevo y pretendido rey, el que pudo ser Alfonso XII de Castilla.
Pues aquel 17 de noviembre de 1467, estando en las Casas Reales de Arévalo o Palacio de Juan II, se celebraron unas fiestas puramente cortesanas por el cumpleaños de Alonso y entre los festejos se representaron unos “momos” a modo de fados, augurando buenos deseos y venturas al joven monarca de ojos azules que “tan enamorado, donde pones los ojos, levantas nuevo cuidado…”
“Excelente rey doceno / de los Alfonsos llamados, / en est´año catorceno / te faga Dios tanto bueno / que pases a los pasados / en triunfos e vitorias / en grandezas temporales, / e sean tus fechos tales / que merezcas amas glorias / terrenas e celestiales” Es el fado que recitó la propia Isabel su hermana.
La hora deja para la próxima columna el desarrollo de este evento histórico-cultural que será sin duda un excelente colofón al mercado medieval.