POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Así decía un refrán muy antiguo, muy anterior al cambio climático actual, que, por mi experiencia de viejo, creo que nunca se cumplió.- Pero bueno, si lo decían los antiguos… algo de verdad tendría.
Las cerezas son fruta originaria de la zona del Caspio-Mar Negro y llegaron a Europa, vía Roma, hacia el año 67 a.C. A decir verdad, los militares romanos «importaron» dos tipos de cerezos : el guindo o cereza ácida (Prunus cerasus L.) y el cerezo dulce (Prunus avium L.), de los que existen, ya cultivados, múltiples variedades.
Ambas frutas, la guinda y la cereza dulce, tienen una composición química muy similar, abundando aquellas en una mayor proporción de ácidos orgánicos como son el málico, el cítrico y el succínico.
Según Leclerc, las cerezas, administradas en abundancia, convienen a los tragones insaciables y muy especialmente a quienes, por sus excesos gastronómicos, padecen artritis u obesidad.
Las denominaba «fruta engaña-hambrientos», que por Colunga diríamos «mata-fame».
Andrés de Laguna, ampliando los comentarios de Dioscórides, dice que las cerezas dulces, «si perfectamente maduras, molifican el vientre, aunque por otra parte, se corrompen muy facilmente y engendran en el cuerpo humores pestilenciales».
En cambio, «las guindas confortan mucho el estómago, tiemplan el encendimiento del vientre y adelgazan los humores viscosos y gruesos que impiden la digestión».
¿Se acuerdan de aquel cantar de «La Parrala» que en una de sus estrofas decía :»¡Que sí, que sí / que a la Parrala le gusta el vino! / ¡Que no, que no / que el aguardiente o el marrasquino…!».
El marrasquino es un licor de cerezas-guindas originario de Dalmacia, así como el Kirsch tuvo como cuna la zona del Rhin.
Nosotros, en Asturias, y muy concretamente en Ribadesella, en DESTILERIAS LOS SERRANOS, se elabora un LICOR DE GUINDAS que resucita a los muertos.
El Dr, Pío Font Quer recomienda que ni el marrasquino ni el kirsch se elaboren en casa, si bien no se opone a que se preparen aguardiente y ratafía de guindas.
Yo, ¿qué quieren que les diga?, prefiero comprar el de Los Serranos; tiene calidad óptima y precio tentador.
¡Ah! Y no se crean que eso de consumir los rabillos de las cerezas es buena para revitalizar la memoria.
Para lo que sí son buenos, preparados en tisana (1 onza de rabillos en 1 litro de agua), son con destino de diuréticos.
Ya lo saben.